"No empezar, a dejar de pensar...que a las masas pensando no las vencerán jamás"

miércoles, 24 de febrero de 2010

BRADEN O PERÓN, ayer y hoy


Hace 64 años se concretaba la primera victoria electoral del gran populista argentino, a la cabeza del Partido Laborista (CGT, F.O.R.J.A., UCR Junta Renovadora, socialistas) con el 55% de los votos, derrotando al contubernio oligárquico-comunista pro-imperialista, ese rejunte de opositores (suena actual, ¿no?) armado entre el Partido Conservador, la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Demócrata Progresista, apoyado económicamente por los señores de la Sociedad Rural, la Unión Industrial y la Bolsa de Comercio, y manejado incluso públicamente por el señor (antes embajador) representante en América Latina de Estados Unidos, don Spruille Braden, quien realizó una activa campaña en la que denunciaba a Perón (Libro Azul de por medio) de ser la versión argenta del nazismo. Dicha alianza entre todos y cada uno de los enemigos del pueblo se dio por nombre "Unión Democrática" acusando a Perón de no ser un candidato democrático y liberal tal como indican los manuales de la CIA, y ser autoritario y un tirano en potencia.

Afortunadamente, el pueblo no se dejó engañar y sin multimedios de por medio eligió al candidato que representaba la Justicia Social, la Soberanía Política, la Independencia Económica, la lucha contra los Imperialismos (el decadente inglés y el ascendente yanqui) y los intereses nacionales y populares.

Esa lucha sigue viva, seguimos estando los que queremos ver en nuestro país Justicia Social, los que no queremos volver a someternos al imperio explotador, los que honramos la memoria de San Martín, de Rosas, de Yrigoyen; pero también siguen estando los que defienden a muerte sus intereses sectoriales, los fascistas disfrazados de demócratas, los traidores, los entregadores, los reaccionarios, los conservadores. La disyuntiva BRADEN O PERÓN sigue latente; el Pueblo tiene la oportunidad de volver a elegir LIBERACIÓN y no DEPENDENCIA.

PD: Volvió Néstor, carajo!

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